Daniel Otamendi, presidente de Cadisvet, dialogó con MOTIVAR y dio cuenta de los principales temas de interés para las empresas asociadas a la Cámara: volúmenes de venta, trazabilidad y la competencia desleal, entre otros.
El presidente de Cadisvet, Daniel Otamendi, participó de MOTIVAR Live vía Instagram, donde habló de los principales temas que preocupan a las distribuidoras de la industria veterinaria. La suba generalizada en los volúmenes de venta, los cambios que aceleró la pandemia, el avance de la digitalización, la trazabilidad y las acciones para controlar el canal informal fueron algunos de los temas abordados.
Vale decir también que la actual Comisión Directiva de la Cámara Argentina de Distribuidores de Productos Veterinarios (Cadisvet) finalizó su mandato oficialmente en octubre de 2020, pero se postergó la renovación de autoridades a propósito de la pandemia. Daniel Otamendi adelantó que probablemente a inicios de agosto se podrá convalidar la Asamblea, presentar balances y memorias, para así avanzar con la renovación de autoridades de la institución. “Necesitamos más presencia de las distribuidoras de todo el país para avanzar en la federalización y darle contenido y volumen a la institución y toda la industria”.
La entrevista se encuentra publicada en el canal de YouTube de Cadisvet:
De acuerdo con Otamendi, el balance de los primeros meses del año es positivo ya que se experimentó una suba generalizada en los volúmenes de venta. Sin embargo, la demanda creció tanto que, en algunos segmentos, los laboratorios aún no logran retomar el ritmo de entregas prepandemia y eso es toda una noticia.
A modo de ejemplo, Otamendi señaló en la entrevista que, en materia de biológicos de grandes animales, las unidades vendidas crecieron entre un 18 y 20%.
Sin embargo, en el segmento general de animales de compañía es donde se perciben los mayores contratiempos, con un fuerte avance de productos nacionales, tal como afirmó uno de los referentes de la Cámara que representa los intereses de 31 empresas distribuidoras de todo el país, que explican el 85% del mercado nacional.
Un aliado estratégico
“Las distribuidoras somos el brazo armado que materializa lo que hacen los laboratorios en el punto de venta. Somos empresas con formación profesional y compañías de logística que promocionan, entregan y cobran. Es decir, aportamos valor agregado a la industria”, resumió su razón de ser Otamendi ante el interrogante de MOTIVAR sobre cuál es el rol de estas empresas en el sector y cómo surcaron el último año. “A partir de la pandemia, Cadisvet (www.cadisvet.com.ar) trabaja con más énfasis en su rol federal, desde el Norte, Centro y hasta el Sur de la Argentina, abasteciendo de productos para las distintas especies animales”, sostuvo.
La pandemia no hizo más que acelerar los cambios que el mercado demandaba, algo que no escapa a la realidad de la industria veterinaria.
Para Otamendi, en grandes animales, hoy los laboratorios pueden mapear su política comercial y trasladar lo que se hizo en el rubro de pequeños animales, en cuanto a la visita vía transfer y trabajar en el punto de venta con el fin de ampliar el mercado.
“No estoy diciendo que hay que suprimir a personas de los laboratorios con venta directa, sino que se tienen que reacomodar las posiciones del vendedor: el costo por kilómetro es elevado y ya no se puede esperar dos horas a un veterinario para cobrar. Son temas que estamos trabajando con los laboratorios: no pasa solo por hacer un descuento; necesitamos avanzar en el punto de venta para incrementar las ventas”, agregó el presidente de Cadisvet. Y amplió: “En las distribuidoras del canal especializado otra tendencia es que la venta de alimentos balanceados para las mascotas mostró un crecimiento del 15% en los primeros meses de este año”.
Asimismo, aseguró que el avance de la digitalización es un arma importante, pero no absoluta. “El mercado aún no está preparado para la digitalización total, es algo que los laboratorios deben entender”, manifestó.
Informalidad: una cuenta pendiente
“El canal marginal viene creciendo y más durante la pandemia, pero pretendemos que esas personas que no están en la formalidad pueden adaptarse a las obligaciones que tienen las distribuidoras”, aseguró el presidente de la Cámara. Y agregó: “No es un trabajo sencillo, porque hay grandes veterinarias que compran tanto a través de laboratorios o incluso distribuidores que luego salen a distribuir teniendo un diferencial importante de los impuestos”.
Estamos trabajando con el Colegio de Veterinarios de Buenos Aires, pero cambiar esto va a llevar un tiempo”, advirtió Otamendi. Y sumó: “No se trata de un proceso de concientización, sino que hay que evaluar otro tipo de acciones, comenzando por el control activo. Hay actores que incluso quisieron sumarse a la Cámara, pero al no cumplir ciertos formalismos no pueden hacerlo, más allá de que sigan comercializando en el mercado”.
En el andarivel de la formalidad, la necesidad de un código de barra para hacer más eficientes las estructuras de las distribuidoras ocupa parte de la agenda. “Pensamos que con la trazabilidad podemos saber a dónde van los productos y lo que sugerimos a los laboratorios es que en su packaging incorporen tanto código de barra como también QR para incluir información adicional”, señaló Otamendi.
“Hoy, el mercado es cada vez más horizontal y necesitamos eficientizar y profesionalizar las estructuras por lo cual si podemos sistematizar nuestros procesos generaremos un efecto contagio en los médicos veterinarios. Es clave que se pueda hacer un picking y tener más información sobre stock y estado de resultados en la clínica veterinaria”, explicó. Y cerró: “Sabemos que el “vendedor góndola” o “levanta pedidos” no va más, tenemos que profesionalizar ese rol y contar con un sistema eficiente es parte de ese proceso”.